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Leer sí,pero no todo ni de cualquier forma
La lectura al igual que la alimentación hace parte de nuestros derechos fundamentales, con los segundos nutrimos nuestro organismo para todas las funciones vitales, mientras que con la primera aportamos a nuestro cerebro para el acto vital de pensar y tener ideas, los más osados o románticos opinan que con la lectura se nutre el alma. Desde niños nos van educando sobre qué comer, dónde y la mejor forma de hacerlo, tomamos conciencia de la importancia que tiene para nuestra vida una alimentación sana, algunas veces sucumbimos a uno que otro antojo que aunque se aleje de lo que se considera “nutritivo” nos da pequeños instantes de felicidad, y aunque la era digital cambio nuestro modo de vivir, por ejemplo comprar los alimentos de manera digital, seguimos preocupándonos por esas dos cosas elementales: Que nos nutra y que nos guste, o en ultimas que nos proporcione felicidad. Ahora bien, si esto ocurre con la alimentación, ¿Por qué no ocurre lo mismo con la lectura como derecho fundamental? ¿Por qué no se nos educa desde pequeños sobre la importancia de la misma? ¿Sobre la mejor manera de hacerlo, sobre las diferentes lecturas que nos den al igual que ocurre con la alimentación la variedad necesaria de “nutrientes” (ideas, corrientes, temas) que alimenten nuestras ideas, nuestra mente y nuestras almas si se quiere?
Esta analogía entre lectura y alimentación, y los cuestionamientos que se plantean desde la misma, nos sirve de punto de partida para hablar sobre la relación de las redes sociales Goodreads, Tu que lees, Lecturalía, y Quiero Leer con la lectura digital. Porque más importante que el formato de lectura, es que la gente lea, y sobre todo que sepa leer, porque leer no solamente se basa en el formato del libro, para los colombianos sería muy fundamental por poner un caso saber leer los noticieros para discernir y entender. Y para todos, especialmente para los jóvenes es de suma importancia aprender a leer las redes sociales, leer y escribir en la internet bajo un pensamiento más crítico, más autónomo.
Las redes sociales, al igual que el cine, los noticieros, los libros y cualquier otro formato de lectura están llenas talentos, de historias cotidianas, de miradas colectivas, de narrativa, de poesía, de pensamiento crítico, pero también están llenas de basura. Consumimos basura y leemos basura constantemente porque otros han dicho que son cosas geniales, y lo que es peor nos préstamos para escribir y compartir basura que como en el caso de los alimentos llenan hasta la saciedad pero no nutren. La lectura digital es entonces importante en el sentido que es otro de los múltiples formatos en los que podemos vivir ese intercambio cultural del pensamiento individual y colectivo, pero muchas de esas veces ese intercambio está sesgado, manipulado, centralizado, politizado, y es excluyente entre otras cosas. Las redes sociales arriba mencionadas ayudan a difundir la lectura digital, todas tienen la característica que aportan a la escritura de los individuos puesto que no solo interactúan los autores sino también los usuarios de las mismas, ofrecen un abanico de posibilidades de lectura y escritura, clasificando por temáticas, géneros, gustos, intereses, recomendaciones, novedades, más leídos, entre otros. Algunas nos permiten incluso la catalogación como en un espacio de biblioteca real, otras nos llevan a la compra digital o física del libro y también existen algunos PDF que pueden ser descargados para leer. Todo esto es importante, sin embargo también al dar un vistazo en las 4 redes propuestas se encuentran textos (tanto los para leer) como los que proponen los participantes de las mismas, que son faltos de algún tipo de criterio filosófico, intelectual, critico, que no tienen narrativa popular o que no son perturbadores en el sentido de sacarnos de nuestra comodidad para entender otras realidades; textos que siguen el hilo de esa educación centralista y excluyente que dejan poco espacio a otras miradas, lo más seguro es que esto no sea culpa de las redes, es más bien el fundamento en el que se ha creado nuestro entorno educativo y lector. No obstante en su esencia las 4 mencionadas cumplen un papel fundamental de interacción con la lectura y los lectores, un papel que no ocurre en todos los espacios de lectura digital.
Esa interacción se da desde un discurso colectivo y no desde un monologo como pasa en muchos espacios digitales de opinión, es importante tener en cuenta que los jóvenes ingresan al mundo digital con la cosmovisión que traen del mundo físico, incluso la virtualidad, vista ahora como elemento pedagógico y como otra forma de leer, es permeada por la oralidad, las comunidades latinoamericanas ingresan a los mundos virtuales sin dejar de lado su cultura oral, dice Jesús Martin Barbero, y esto es cierto, se puede observar fácilmente en las conversaciones por las redes sociales, o en los juegos virtuales, la oralidad es fundamental para la lectura, la lectura fundamenta y mejora la oralidad, y ambas mejoran significativamente la capacidad de escucha, tan importante para el conocimiento y más aún para la vida cotidiana, el mismo Martin Barbero lo expresa de la siguiente manera “el que no sabe hablar no es ciudadano y hablar se aprende leyendo”
"Goodreads","Tú qué lees", "Lecturalia" y "Quiero leer" si propician la lectura digital, pero volvemos a reflexión planteada ¿De qué manera se lee? Y ¿Qué se lee? En mi opinión entonces es importante que sigan existiendo estas redes sociales, que se divulguen más, que se conozcan más y se vuelvan virales, pero más importante aún es que las políticas públicas apuesten a una verdadera cultura de la lectura y la escritura, que se nos enseñé como ocurre con los alimentos todas las bondades que tiene leer para el desarrollo humano, para que luego podamos darnos el gusto de manera libre de llegar a libros “no oficiales, no comerciales, no be seller, no cotidianos” solo por el placer que nos da, tal como ocurre con esos alimentos de viernes por la noche. Cuando pensemos así la lectura no solo la digital, sino toda en general, una lectura para entender porque aquello que decía Julio Cortázar
“Lo que importa es el futuro del hombre con libros o sin ellos, porque al fin y al cabo los libros apenas son uno de los muchos elementos que nos salvara del cataclismo del cual participan ahora muchas de sus víctimas”.
Lectura digital, sí, pero no toda ni de cualquier forma
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